2019
Ambientación de cuartos del Hotel Umbral en el Centro de la Ciudad de México.
Con la finalidad de estimular el trabajo de una nueva generación de creadores, el Hotel Umbral nos invitó a incorporar nuestra obra en las habitaciones del Hotel.
El hotel buscaba interpretaciones de las experiencias encontradas allí. Obras que representen la intención que tiene el espacio de llevar al usuario del caos y el bullicio de las calles del Centro a la serenidad de una habitación íntima. El hotel plantea distintas transiciones durante el recorrido a lo largo de las áreas públicas hasta la llegada a las habitaciones.
Las obras son inéditas y desarrolladas ex profeso para los espacios a intervenir.
Obra 1 : Entretejidos
Se cuenta que el entrelazado del petate era el ícono que diferenciaba a la realeza maya y solo podía ser usado por ellos. Se decía además que el entrelazado era la unión del cielo con la tierra, el sol, la luna, lo físico y lo espiritual.
En el caso de México, el petate es un material importante desde mucho tiempo. Sus usos se transformaron durante la colonización, pasando de lo ceremonial y ritual a lo profano y cotidiano.
Re usar el tejido del petate con otro material contemporáneo (el azulejo) es hablar de la temporalidad como posibilidad abierta. Esta propuesta da testimonio de las tensiones e intersecciones entre lo actual y lo pasado, lo rural y lo urbano, lo artesanal y lo industrial, lo personal y lo político. Plantea un panorama de múltiples posibilidades de interpretación con respecto a la reflexión del concepto de origen y de historia.
La tradición no es estática. Y el pasado no ha muerto!
Descripción :
El sutil tejido negro sobre la pared del vestíbulo parece textura del mismo muro. Se observa una ligera trama irregular, con azulejos brillantes y mates.
Al entrar en la habitación, en el espacio donde se duerme, arriba de la cama en espejo, colgado en la pared, se percibe esta misma trama en la pared, desapareciendo en la superficie del muro blanco, a tamaño real de un petate.
El petate es tiempo: se usa desde la época prehispánica.
El petate es espacio : cubre, delimita un espacio y sirve de cama.
El petate es memoria: memoria de todo el arduo trabajo de la gente que todavía lo tejan.
La re interpretación del motivo del petate en un material contemporáneo como el azulejo evoca el tiempo de manera sutil, trascendía la cultura mexicana y la tradición para transformarla en el símbolo del México de hoy: antiguo y moderno a su vez.